domingo, 9 de agosto de 2015

Ignora a tu cerebro, es un consejo.

Viajemos. Esta es la tercera vez que me voy de casa para vivir en el extranjero en mis primeros 23 años de vida. Tengo comprobado que cuanto más sales, más te cuesta irte. Eso sí, una vez fuera, eres capaz de cualquier cosa. Llevo saliendo a vivir en el extranjero desde que tengo 15 años, siempre sola, al principio en familias de acogida, por tan solo un mes, después por un año para estudiar, otro año para estudiar y trabajar, y esta última vez para trabajar. Paradójicamente, cuando me fui la primera vez con 19 años por un año, fue la vez que menos lloré, menos me preocupé, no pensé en lo que dejaba solo en lo que me esperaba y me lo pasé tremendamente bien. Conforme uno se hace mayor, aunque sea un tópico, es verdad que empiezan los problemas. Te preocupa lo que dejas, te da miedo lo que te espera. Aún así, vaya como vaya la experiencia, siempre nutre y enriquece.



No podría dar consejos porque cada uno reacciona a estas experiencias de forma distinta. Pero si puedo adelantar que la parte más difícil es decir adiós, una vez que dejas atrás a tus seres queridos y pasas la seguridad del aeropuerto, te conviertes en Popeye. Y esa reacción se debe a que te ves solo andando por el aeropuerto rodeado de tanta gente tan rara y que no conoces, te ves uno más entre un millón, y al mismo tiempo, te das cuenta de que de ese millón, solo 4 o 5 personas te quieren de verdad y ahora mismo están preocupados por ti, el resto, vive su vida. Esta sensación solo la tienes cuando sales de casa. Los problemas te los creas tu solito y los solucionas tu solo también. Esa sensación es dura pero muy buena. Descubres tus límites y te desafías día a día. Vivir en nuestra ciudad natal, rodeado de nuestros padres, familia y amigos de toda la vida, es muy fácil, muy cómodo, y aún así, fíjate que la vida es difícil.

Una vez leí que el cerebro es muy comodón, y lo único que busca es sobrevivir con el mínimo esfuerzo posible, él solo quiere que estemos bien, para seguir respirando y seguir viviendo. Él es el que te dice: '¿por qué irme con lo agustito que estoy? ¿por qué dejar a mi familia y amigos?'. Pero nuestra mente, sin embargo, que alberga la imaginación, nos invita a salir y a explorar y dice: 'bueno, también puedo respirar en el extranjero y seguir viviendo'. Este video explica muy bien todo lo que estoy intentando explicar yo y, para mi, es mi video motivador cuando voy a salir:



Explórate, conoce tus límites, cambia de aires, de personas, de lugares, de idioma, cámbialo todo, saca fuerzas, di adiós, llora, echa de menos, vuelve a sonreír, vuelve por Navidad, escandalízate con otras culturas, entiende otras culturas, viaja, vuela, IMAGINA.



No hay comentarios:

Publicar un comentario