No podría dar consejos porque cada uno reacciona a estas experiencias de forma distinta. Pero si puedo adelantar que la parte más difícil es decir adiós, una vez que dejas atrás a tus seres queridos y pasas la seguridad del aeropuerto, te conviertes en Popeye. Y esa reacción se debe a que te ves solo andando por el aeropuerto rodeado de tanta gente tan rara y que no conoces, te ves uno más entre un millón, y al mismo tiempo, te das cuenta de que de ese millón, solo 4 o 5 personas te quieren de verdad y ahora mismo están preocupados por ti, el resto, vive su vida. Esta sensación solo la tienes cuando sales de casa. Los problemas te los creas tu solito y los solucionas tu solo también. Esa sensación es dura pero muy buena. Descubres tus límites y te desafías día a día. Vivir en nuestra ciudad natal, rodeado de nuestros padres, familia y amigos de toda la vida, es muy fácil, muy cómodo, y aún así, fíjate que la vida es difícil.
Una vez leí que el cerebro es muy comodón, y lo único que busca es sobrevivir con el mínimo esfuerzo posible, él solo quiere que estemos bien, para seguir respirando y seguir viviendo. Él es el que te dice: '¿por qué irme con lo agustito que estoy? ¿por qué dejar a mi familia y amigos?'. Pero nuestra mente, sin embargo, que alberga la imaginación, nos invita a salir y a explorar y dice: 'bueno, también puedo respirar en el extranjero y seguir viviendo'. Este video explica muy bien todo lo que estoy intentando explicar yo y, para mi, es mi video motivador cuando voy a salir:
Explórate, conoce tus límites, cambia de aires, de personas, de lugares, de idioma, cámbialo todo, saca fuerzas, di adiós, llora, echa de menos, vuelve a sonreír, vuelve por Navidad, escandalízate con otras culturas, entiende otras culturas, viaja, vuela, IMAGINA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario