martes, 28 de julio de 2015

Munich y la Selva Negra

Bueno…¡Más vale tarde que nunca! 
Ya está aquí mi primer post. Trata sobre mi reciente viaje a la Selva Negra y Múnich, una aventura cargada de paisajes de cuento, relojes de cuco, colinas verdes y bosques tenebrosos. Un deleite para el paladar a base de cerveza, tartas y salchichas alemanas (¡sin malpensar!)…

¡Bienvenidos al sur de Alemania!


Nuestro viaje comenzó en el aeropuerto de Baden-Baden, con una parada breve en el centro de dicha ciudad. Estuvimos un par de horas, suficientes para observar el ambiente de lujo y ostentosidad de ésta. Totalmente digno de la Beckham.

Nuestro viaje continuó por Triberg, cuya cascada es la principal y más bella atracción. Nos encantó pasar una noche en este pequeño pueblo de la Selva Negra. Merece la pena hacer las rutas de senderismo que recorren las montañas antes de llegar a la cascada. Las vistas son impresionantes.


Continuamos con Friburgo, al cual merece la pena dedicar un día paseando tranquilamente por su casco antiguo. También visitamos el bello lago Titisee, rodeado de montañas. 
Al día siguiente emprendimos un viaje de 5 horas en autobús hasta Múnich. Ésta ciudad merece, en mi opinión, dos o tres días de vuestro tiempo. Finalmente fuimos a visitar los castillos de Neuschwanstein y Schwangau, que se encuentran a dos horas de Múnich, y cuya visita consigue hacerte sentir como en un cuento de hadas.

A continuación os dejo lo que son, según mi experiencia, los ‘must’ de todo viaje por la Selva Negra y Múnich:
  • Probad la tarta ‘Selva Negra’: Un clásico. Es el must gastronómico de la Selva Negra. El mejor sitio para tomarla es el ‘Café Schaefer’, en Triberg, donde se inventó la receta original. Nosotros la tomamos en otro sitio, ya que fuimos un miércoles, y, casualmente, cierra ese día.
  • Si vais en verano, dad un paseo en barco por el lago Titisee y bañaos en él (¡llevaos el bañador!). El lago Titisee se encuentra a media hora en tren de Friburgo, y merece la pena visitarlo.

  • Tomad una cerveza de 1 litro en la Brauhaus de Múnich. Toda una experiencia. El ambiente de la Brauhaus es magnífico, mesas largas de madera, gente cantando canciones Bávaras con su cerveza en la mano…Lo más cercano al Oktoberfest si no vas en esas fechas. Como curiosidad, este lugar debe su fama a haber sido la cervecería privada de los reyes y príncipes. Por ello, en cuanto se abrió al público todos querían probar la cerveza real, lo que hizo que se convirtiera en la cervecería más famosa de Múnich. A partir de las 5 de la tarde sólo se sirven cervezas de un litro ;)
  • Comprad una Bratwurst (salchicha alemana) o una Currywurst (salchicha con curry) en uno de los puestos del ‘Viktualienmarkt’ en Múnich y tomáoslo con una cerveza en el Biergarten que se encuentra en dicho mercado, que tiene un ambiente increíblemente animado. Para quienes no lo sepáis, un Biergarten o ‘Jardín de la Cerveza’ es un lugar que se caracteriza por el hecho de que se permite traer la comida de fuera, mientras que la cerveza sí sea pedida en el local que lo regenta. Las largas mesas de madera, estar rodeado de árboles y nunca tener manteles en las mesas son otras características típicas de todo biergarten.

  • Id al Englisher Garten (Jardín inglés) en Múnich y dejaos caer en el río ‘Schwabinger Bach’. ¡Nosotros nos quedamos con las ganas de hacerlo! El río lleva tanta fuerza a su paso por el Jardín Inglés que los alemanes lo usan como una especie de atracción acuática, ya que te lleva desde un lado del parque hasta otro ¡sin que tú muevas un dedo! Si hacéis surf, llevaos la tabla y probad a surfear en la ola artificial del Jardín Inglés. Los surferos se encuentran allí casi las 24 horas del día disfrutando de este deporte (algo un tanto surrealista, sí). Esta ola artificial fue creada para divertimento de los soldados americanos después de la Segunda Guerra Mundial. Se intentó eliminar pero los fans de este deporte lo han impedido. ¡Larga vida al surf!
  • Visitad el castillo Neuschwanstein: Realmente una maravilla: me encantó tanto por dentro como por fuera. Esencial ir a ‘Marienbrucke’ (un puente al lado del castillo) y hacerse la foto de rigor. Es sin duda la mejor perspectiva para hacerla.

  •  Si os interesa la Segunda Guerra Mundial, visitad el campo de concentración de Dachau, que se encuentra a media hora en tren de Múnich. La visita es muy interesante a la vez que emotiva. Además es gratuita. Imprescindible ir con guía o audioguía.
  • Si sois frikazos de la ciencia, como yo, id al Deutches Museum. Hará las delicias de los interesados en el tema.

Creo que eso, a grandes rasgos, es lo más importante.
Finalmente, os dejo algunos consejos prácticos:
  • Conseguid la Konus Card: Esta tarjetita, la cual dan en prácticamente todos los alojamientos de la Selva Negra, te permite viajar gratis en toda la red de transporte público de esa zona desde el día de ‘check-in’ en el hotel hasta el de ‘check-out’. Digo prácticamente todos los alojamientos, pero casualmente en nuestro hotel de Friburgo no nos la dieron, ya que era un hostal universitario, y tenían una situación especial en ese sentido. No hay manera de informarse de qué hoteles la tienen y cuáles no (¡hay que arriesgarse!), pero con un poco de suerte la conseguiréis.
  • En la zona de Baviera, comprad el ‘Bayern-Ticket’ para viajar en tren. Cuesta 23 euros para una persona y 5 euros adicionales por cada persona más (hasta un máximo de 5 personas). ¡Con 2 personas que viajen ya sale a cuenta!
  • Si vais con budget limitado y en temporada alta, reservad los alojamientos con antelación. Si esperáis mucho, literalmente no habrá alojamientos baratos cuando vayáis a reservar. En Múnich es especialmente caro alojarse en comparación con la Selva Negra. En booking tenéis cancelación gratuita en la mayoría de hoteles y hostales de la zona.
  • Si vais a moveros por los pueblos de la selva negra, llevad una mochila en vez de una maleta de mano.  ¡Lo agradeceréis!
  • Si vais a los castillos, reservad la entrada por internet con suficiente antelación. Esto a lo mejor era antes una semana, pero ahora las entradas pre-venta se agotan hasta un mes antes. Realmente merece la pena, te ahorras horas de cola o incluso llegar y que no haya entradas.


Espero que si hacéis este viaje, mi post os sirva de algo.  Y recordad, viajar es lo único que se paga con dinero y realmente enriquece a una persona. Así que ¡a seguir viajando!

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